sábado, 27 de junio de 2015

Aleas IU. Unidad Popular contra sus violencias.


Cada 28 de Junio salimos a las calles con orgullo y rebeldía, rememorando  aquel espíritu que, undía de 1969, llevó a nuestras compañeras transmaribibolleras de Nueva York a salir y tomar las calles por nuestros derechos y contra las violencias que sufrían.
El Orgullo LGTBI es una movilización de encuentro y confluencia dentro de nuestra propia lucha: como movimiento LGTBI, con otras luchas emancipatorias, de otros movimientos sociales y populares comprometidos con la causa de la libertad, la igualdad y la diversidad. 
No estamos solas en esta lucha, el movimiento feminista, obrero, migrante, laicista, etc. caminan junto a nosotras para subvertir unidas el sistema heteropatriarcal imperante, un sistema que nos oprime y nos quiere sumisas y calladas. Ante esto, nosotras decimos basta. Respondemos unidas y combativas.
Hemos podido percibir y sufrir como las agresiones hacia el colectivo LGTBI van en aumento en cada ámbito de nuestra vida: escuela, trabajo, espacios públicos, etc. Mientras, las administraciones públicas no logran abordar la situación con la contundencia que merece, haciendo oídos sordos a nuestras demandas. Según el último informe del Ministerio del Interior, el 40% de los delitos de odio en 2014 fueron causados por orientación sexual o identidad de género. 
Todo esto, perpetuado por el auge de la extrema derecha que resurge con la estafa económica que llaman crisis tratando de perpetuar la LGTBIfobia, el odio y la división entre las de abajo. 
Es necesario visibilizar que no sólo sufrimos violencias físicas, sino que en la comunidad LGTBI sufrimos múltiples tipos de violencias que hay que erradicar: Es violencia que nos expulsen a lesbianas y bisexuales de las técnicas de reproducción asistida públicas, es violencia que no se eduque en diversidad afectivo sexual en las aulas, son violencia las reformas laborales que nos obligan a las LGTBI a volver al armario para poder ser aceptadas en el mundo laboral, son violencia los recortes en políticas de igualdad que nos condenan a vivir hundidas en la precariedad, es violencia que se retire la medicación a personas migrantes con VIH-SIDA sin tarjeta sanitaria, es violencia que se patologicen las identidades trans, es violencia que se reprima nuestra voz en las calles.
Para hacer frente a la LGTBIfobia, hay que impulsar la denuncia pública, visibilizando todas y cada una de las agresiones que venimos sufriendo. Su violencia no nos podrá callar. Le plantamos cara con contundencia.
Ante sus ataques, nosotras respondemos en las calles y en las instituciones, con movilizaciones y con propuestas políticas. Pero esto sólo podemos hacerlo con la unidad popular de todas las LGTBI. Con la unidad de las de abajo frente a un régimen del 78 que da sus últimos coletazos para seguir perpetuándose.
El pasado 24 de mayo pudimos comprobar como la brecha abierta en el Régimen del 78 sigue más profunda que nunca; pudimos comprobar que llega el fin del bipartidismo y que tenemos la oportunidad de ganar el país. Ganar el país es una responsabilidad de todas y esto sólo lo conseguiremos estando unidas tal y como han demostrado los procesos de unidad popular en Barcelona, Madrid y otras tantas ciudades. Necesitamos unidad popular contra sus violencias para ganar las calles y las instituciones, conquistando un nuevo modelo de país en el que los derechos LGTBI sean una realidad.
Este momento histórico nos supone la oportunidad de un cambio, la oportunidad de romper las normas del sistema capitalista y heteropatriarcal, y por ello nos plantamos juntas frente al Régimen. Unidas por la libertad y la igualdad, porque juntas no sumamos, juntas multiplicamos ¡Juntas venceremos!
Fuente: aleasiu.org

jueves, 25 de junio de 2015

Entrevista en "La Noche en 24 Horas". Alberto Garzón valora su encuentro informal con Iglesias: “Tenemos un objetivo común. Nos encontraremos”. #UnidadPopular



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Alberto Garzón valora su encuentro informal con Iglesias: “Tenemos un objetivo común. Nos encontraremos”


El diputado y candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ha valorado la reunión informal que ha mantenido esta mañana con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias: “Ha sido positivo. Hemos intercambiado reflexiones, inquietudes y preocupaciones sobre el momento político y la situación social y económica”.
 
El encuentro con Iglesias forma parte de una ronda de conversaciones que, tras las elecciones del 24-M, Garzón está manteniendo con partidos políticos y movimientos sociales para construir un proyecto de Unidad Popular. La de hoy ha sido una simple toma de contacto con Podemos. Tras ella, el diputado de IU ha señalado que “estamos de acuerdo con el diagnóstico del momento político y creemos que hay que estar a la altura de las circunstancias. Tenemos un objetivo común. Estoy seguro de que tarde o temprano nos encontraremos”.
 
“Me he encontrado con un amigo al que hacía mucho tiempo que no veía y con el que compartimos diagnóstico. Ha sido una experiencia positiva por parte de ambos”, ha añadido.
 
Por parte de Izquierda Unida, se entiende la Unidad Popular como una construcción “desde abajo y que trasciende las siglas”, ha señalado. A su juicio, la unidad popular no se construye con pactos entre partidos, sino que los partidos deben ser una herramienta que ayude a la construcción de la unidad popular, en la que la ciudadanía ha de tener todo el protagonismo.
 
Izquierda Unida obtuvo más de un millón de votos en las elecciones municipales y más de 2.000 concejales. Para Garzón, “todos los recursos de la organización tienen que estar al servicio de la Unidad Popular. Nosotros hemos leído en el momento político actual que hay una demanda clara en la ciudadanía. Los partidos son herramientas, son medios y no fines en sí mismos. Queremos un proceso popular y ciudadano, que vaya tomando forma sobre dos ejes: el propio protagonismo de la ciudadanía y el proyecto de nuevo país".
 
Sobre los próximos pasos a seguir, Garzón ha señalado que “tenemos que hacer mucho más diálogo con las personas comprometidas con la transformación social. Desde IU vamos a seguir dialogando con todas las personas, fuerzas políticas y movimientos sociales que quieran transformar la sociedad. Queda tiempo hasta las elecciones generales para poner en marcha una candidatura de unidad popular”.


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Alberto Garzón: “En ningún caso me voy a ir a Podemos, mi proyecto es IU”

Un día después de reunirse con Pablo Iglesias, Alberto Garzón, candidato de Izquierda Unida a La Moncloa, ha rechazado tajante las reiteradas invitaciones del líder de Podemos para unirse a sus filas."Yo no me voy a ir a Podemos, es evidente, pero tengo que decirlo una y otra vez. Mi proyecto político es IU, y tengo diferencias con Podemos", ha zanjado Garzón, que agradece el reconomiento de Iglesias a su figura —ayer el líder de Podemos insistió en diferenciarle del resto de IU— pero entiende que su partido tiene "mejor programa político y económico" que el de Podemos.
"A mí me llevan ofreciendo que me meta en Podemos desde el día cero, desde el día que se funda. Es cierto que las palabras de Pablo Iglesias con las que presenta a Podemos son unas palabras que nosotros firmaríamos ahora mismo con absoluta seguridad, que son las de unir a las fuerzas de transformación social, en las que por cierto, él citaba también a IU. Podemos fue un proyecto rupturista que despertó una ilusión y fue un motor de cambio que nadie puede poner en duda, pero la estrategia de Pablo no la compartimos", ha expresado Garzón en un desayuno informativo en el Congreso, antes de volver a insistir: "En ninguno de los casos me voy a ir a Podemos, porque nuestro proyecto político colectivo es IU y porque ninguno de nuestros cuadros y nuestros dirigentes somos tan valiosos en ninguna otra parte como en IU". El candidato de la coalición ha tenido que rechazar las tentaciones de Podemos en numerosas ocasiones. El pasado mayo reconoció en una entrevista en EL PAÍS que había recibido "muchas" ofertas del partido emergente.
El dirigente de la federación de izquierdas ha explicado que Iglesias no le dio ayer ningún margen para el entendimiento de cara a una candidatura conjunta de unidad popular para las generales. Todo lo contrario, el líder de Podemos dejó claro que solo permitirá que otras fuerzas concurran bajo su batuta y marca. "Nosotros somos un proyecto político autónomo e independiente, y no nos sentimos cómodos bajo las siglas y el aparato de Podemos", ha asegurado Garzón. "Quiero que Pablo no nos vea como rivales sino como compañeros, pero salvando la autonomía. Nosotros no nos vamos a poner al servicio de Pablo", ha expresado.
A pesar de las durísimas declaraciones de Pablo Iglesias en una entrevista hoy en Público (aunque realizada antes del encuentro con Garzón), en las que el líder de Podemos llama a los dirigentes de IU "cenizos", dice que "en 25 años han sido incapaces de hacer nada", y apunta que no quiere que "se acerquen" a ellos, Garzón ha evitado polemizar con quien considera su amigo. "Es evidente que no estoy en absoluto de acuerdo con en el contenido y con las formas. La disensión política debe expresarse de otra forma", ha asegurado el candidato en televisión, donde ha llegado a admitir que incluso comparte algunas de las críticas de Iglesias a su organización:  "En cierto contenido podríamos estar de acuerdo". Lo que ha querido aclarar es que Iglesias se equivoca al trazar esa línea entre él y su organización. "No ha lugar a diferenciar a Alberto Garzón de IU", ha asegurado, ya que él es el aspirante a La Moncloa por su partido tras haber sido "elegido de forma colectiva". "No se puede segregar al candidato de la organización", incide.
Iglesias también sostiene en esa entrevista en el diario digital que no hay ninguna opción de pacto con IU. “Ninguna. Cero. Fin de la cita. Cero. No hay manera de poner otro titular", afirma. Garzón considera, no obstante, que sigue habiendo posibilidades para que Podemos cambie de opinión, forzado por el "clamor de la calle" y por el resto de fuerzas alternativas de izquierdas, como las mareas gallegas, que están "más cómodas" con la propuesta de unidad popular de IU —horizontal, renunciando a sus siglas y con primarias para elegir al cabeza de lista— que con la de integrarse bajo el paraguas de Podemos.
"La opinión de la sociedad está por encima de mi opinión y de la de Pablo", ha reflexionado el economista, al tiempo que ha cuestionado el "consenso" que Iglesias esgrime dentro de Podemos sobre excluir a IU. En su visita este pasado fin de semana a Galicia, donde se ha reunido con los representantes de las mareas, Garzón ha encontrado "el cariño de los círculos de Podemos, que se sentían cómodos con nuestra propuesta de unidad popular", ha apuntado. "No entendemos la unidad popular selectiva", ha criticado el diputado por Málaga, en referencia a que Podemos sí explora acuerdos con otras fuerzas como Compromís, ICV o las mareas en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Galicia. IU busca una candidatura de unidad popular "unitaria" en todo el Estado. El candidato de IU quiere seguir tendiendo la mano a Podemos a pesar de que encuentra críticas también dentro de su partido. Está convencido de que el líder del partido emergente se retrata solo cuando apuesta por la confrontación en términos tan duros con IU, lo que le granjea una imagen de soberbia.
El candidato se da de margen hasta el día de presentación de las candidaturas para seguir negociando la confluencia. "No nos vamos a rendir", ha insistido. Si finalmente el proyecto conjunto no prospera, será un "drama", y tras las elecciones tanto Podemos como IU podrán tener un grupo parlamentario "decente". "Pero no podremos transformar la sociedad, porque la ley electoral nos machaca", sostiene Garzón, que esgrime que en la lucha por los diputados en las circunscripciones pequeñas Podemos necesitará un porcentaje muy amplio de voto que las encuestas no indican que vaya a obtener en solitario. La coalición de izquierdas se presentará sola o con otras fuerzas que no sean Podemos si se frustra su proyecto de unidad. "Yo tendré que salir a decir que me voten a mi y no a Pablo, pero esa no es la opción que quiere la calle", ha concluido Garzón.
Fuente: elpais.com

Ángela Vallina: "La UE no puede seguir tolerando amenazas como las vertidas por Netanyahu".


PP, PSOE, UPyD, CiU y PNV rechazan la idea de IU-ICV de reestructurar la deuda europea.


Alberto Garzón en el CongresoEl PP, el PSOE, UPyD y los nacionalistas de CiU y PNV han rechazado este martes en el Pleno del Congreso la propuesta de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) de abolir los principales tratados económicos de la UE y llegar a un gran acuerdo europeo sobre la deuda de los estados miembros con el objetivo de reestructurarlas, pensando fundamentalmente en las necesidades sociales y no en los intereses financieros.

   El portavoz económico de la coalición de izquierdas, Alberto Garzón, ha defendido la actitud del Gobierno de Alexis Tsirpas en las negociaciones sobre la renegociación de su deuda, que se deriva de "seis años de tratamiento neoliberal de la crisis" que han llevado a "miseria, pobreza y hambre", recomendando a renglón seguido tomarse ese caso como "enseñanza" del "fracaso" de dichas políticas porque "la deuda se ha disparado y el PIB no sube".
   "Las políticas neoliberales son contraproducentes para pagar la deuda. Es necesario pagar una gran parte de la deuda, pero sólo con una reestructuración será posible intentarlo. Sólo con políticas totalmente distintas habrá capacidad financiera para ello. Es lo que demanda el pueblo griego, pero también el español. La deuda no se puede pagar en las actuales condiciones", ha insistido, advirtiendo de que lo que ocurre en el país heleno es "exactamente" lo mismo que en España.
   Por eso, reclama un "acuerdo europeo" para que, partiendo de una auditoría de la deuda pública de los estados miembros, se pueda reestructurar "pensando en el mantenimiento del estado social". "Es fundamental tener altura de miras para entender la gravedad del problema, y que no son unos locos los que han traído el caos, que fue creado por gobiernos que aplicaban una y otra vez políticas neoliberales. Y si los dirigentes de la UE no son capaces de verlo no merecen ser dirigentes", ha zanjado.
   Olaia Fernández Davila (BNG) ha destacado la relevancia del debate sobre la reestructuración de la deuda europea a cuenta de la situación de Grecia y del incumplimiento de España de los límites de déficit, que podría mover al Gobierno a plantear "más recortes". "Si cuando PP y PSOE modificaron la Constitución hubieran planteado el pago de la deuda de otra manera, quizás estaríamos en otra situación", ha añadido.

"PROMETEN UN PARAÍSO IMPOSIBLE DE CUMPLIR"

   Frente a esos argumentos, el diputado 'popular' Eloy Suárez ha replicado que "la izquierda promete el paraíso sabiendo que es imposible de cumplir y luego busca un enemigo para justificar que no se hace porque lo impide un tercero", que a su juicio es lo que está haciendo el Gobierno de Syriza, que "en cinco meses ha conseguido que haya miseria" en Grecia.
   Además, ha reprochado a Garzón que "compare a España con Grecia". "Es un absoluto insulto. En este país estamos saliendo de la crisis, y en Grecia van camino de una crisis sin remisión", ha dicho, espetando que "al final en la vida los problemas se pueden afrontar como este Gobierno, con medidas difíciles y duras pero que dan un futuro, o como hace la izquierda, con mucha demagogia" y planteando cambios en la normativa porque "el populismo es normativo y el papel lo aguanta todo".
   "Pretenden cambiar la realidad con los papeles, y eso no ha sido nunca posible", ha advertido, calificando los argumentos de la iniciativa de "poco serios" y achacando al portavoz de la Izquierda Plural "bastante voluntad torticera" con la única intención de "competir con otras fuerzas políticas". "El Pacto de Estabilidad puede ser molesto para los ciudadanos, pero es mucho más molesta la situación que viven los griegos", ha zanjado.

PEOR EL REMEDIO QUE LA ENFERMEDAD

   Por su parte, el socialista Diego López Garrido considera que la salida de un país del euro sería "gravísimo" y coincide en que la austeridad ha sido "una mala política aplicada a palo seco para combatir la crisis" y que ha tenido "resultados nefastos" en materia de deuda y destrucción del Estado del Bienestar.
   Sin embargo, considera que "ir a un impago de todas las deudas de la UE, igualando la situación de Grecia con la de otros países", provocaría una "inmediata suspensión de la financiación" en toda la Eurozona.
   "Sólo vamos a salir de la crisis con más integración, más solidaridad y más confianza en el proyecto europeo", ha defendido, abogando por incrementar la inversión productiva que amplíe el "insuficiente" Plan Juncker y una "flexibilización" del Pacto de Estabilidad para que ningún estado miembro compute la inversión en el déficit, entre otras medidas.

CONFUNDIR A LA OPINIÓN PÚBLICA

   Rafael Calduch, portavoz económico de UPyD, ve "obvio" que este tipo de propuestas buscan sólo "confundir a la opinión pública" y hacerse "autobombo", pero "terminan poniendo en evidencia las insuficiencias, sino ignorancias, del proponente". "Cuando se hacen debates sobre temas tan importantes hay que ser mínimamente rigurosos, no se puede andar con falacias. ¿Qué queremos, arruinarnos todos, hacer inviable el euro?", ha preguntado.
   Así, el diputado magenta señala que "la cuestión no es si es deseable" mejorar las condiciones de la salida de la crisis o llegar a un acuerdo sobre la deuda pública europea, sino "si es factible". "Y la respuesta contundente, a poco que se sepa algo de la UE, es que intentar poner de acuerdo a los 18 del Eurogrupo es como mínimo una quimera, si no una temeridad", ha zanjado.
   Inmaculada Riera, de CiU, cree que la iniciativa "no es rigurosa" y sus efectos "podrían ser enormemente perjudiciales por la economía" ya que ni el Banco Central Europeo (BCE) puede financiar directamente a los estados ni sería deseable ya que supondría un "incentivo perverso" que llevaría a un incremento del déficit y la deuda.
   Además, considera que algunos aspectos de la propuesta han sido "superados" por los acontecimientos, tales como la petición de un plan de estímulo económico, ya materializado en el Plan Juncker, o de una reestructuración de la deuda con plazos más largos y menores tipos de interés, porque las medidas de liquidez del BCE "ya están consiguiendo esos efectos".
   El portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, considera que la iniciativa plantea "muchas cosas profundas, heterogéneas y difícilmente analizables en su conjunto con rigor", cuyo fondo --"la crítica a la política de austeridad implementada desde las instituciones europeas"-- comparten los nacionalistas vascos, pero que "mezcla demasiados temas" como para "poder opinar".
   "Sentar las bases para un gran acuerdo sobre la deuda pública europea requiere otro formato y otro sosiego, que a estas alturas de la legislatura no es posible", ha añadido el diputado, que cree que llevar a cabo lo que propone IU-ICV supondría "quedarse fuera de la UE" cuando la "urgencia" es salir de la crisis y, después, "revisar la política social europea".
Fuente: europapress.es

martes, 23 de junio de 2015

Alberto Garzón: << Un análisis de la Unidad Popular desde la Economía Política >>. #UnidadPopular

"La Unidad Popular es el único instrumento posible para la salvación de una sociedad y una comunidad política que se está disputando una forma de vida", afirma el autor.

Las claves de la propuesta de unidad popular de Alberto Garzón
En los siglos XVIII y XIX los economistas clásicos analizaban los fenómenos sociales usando una herramienta llamada Economía Política, que expresaba en sí misma el error de analizar por separado los fenómenos económicos (de producción, distribución y consumo) de los políticos (relaciones institucionales de poder). La preocupación de estos economistas, que iban desde Adam Smith hasta Karl Marx, residía en las formas de distribución del excedente económico entre clases sociales. Es decir, otorgaban una importancia nuclear al análisis de las relaciones de producción y de las condiciones materiales de vida de las personas.
Con la llegada de la teoría neoclásica a los centros de estudio (universidades e instituciones de pensamiento) la economía política se vio desbordada por  la llamada desde entonces ciencia económica o economics. Desde ese momento la economía se convertiría en un espacio fundamentalmente autónomo de la política y de cualquier otro ámbito social. Ya no importaba la estructura de clases en la sociedad ni tampoco la distribución funcional de la renta, sino que todo quedaba relegado a un análisis instrumental para la asignación de recursos escasos. La economía, vista así, pasaba a considerarse equivalente en rigor y capacidad a cualquier ciencia técnica. Así las cosas, emergía una consecuencia esencialmente política: sería posible formar a técnicos o tecnócratas de lo económico, capaces de gestionar los recursos desde la neutralidad ideológica. Emancipar las instituciones económicas, tales como los bancos centrales, de las decisiones políticas y democráticas sería por lo tanto una decisión correcta.
Curiosamente, casi al mismo tiempo y en el ámbito del análisis político una ola de pensadores también defendía la idoneidad de desconectarse de lo económico. Así, la idea de que existía una autonomía plena de lo político fue haciéndose fuerte entre los pensadores sociales. En la práctica significaba defender la posibilidad de explicar los fenómenos sociales –y también los electorales- sin atender a la estructura económica. La pobreza de esos análisis ha sido tal que ha derivado en meros estudios sobre la comunicación política, sobre el discurso político, sobre el tacticismo electoral y siempre bajo una concepción de la política puramente mercantilista. Es decir, análisis de lo político basados en la existencia de un mercado tanto de oferta (productos, que son los partidos y sus representantes) como de demanda (votos, que son los ciudadanos). Un lugar éste donde la ideología, lo económico y las condiciones materiales de vida de las personas no parecen explicar nada.
He comenzado con las precisiones anteriores porque me parece fundamental desvelar las insuficiencias y riesgos que arrastran los análisis que no aceptan la relación dialéctica que existe entre la economía y la política. No se trata de asumir que el hecho económico es el único hecho determinante, como establecían los estrechos manuales soviéticos. Se trata, más bien, de asumir que el análisis de la coyuntura se encuadra siempre en una estructura económica, y que dentro de ella se produce un juego recíproco de acciones y reacciones entre el aspecto económico y otros factores. Esa es, creo, la mejor tradición de análisis y la herramienta más potente para explicar los fenómenos sociales actuales.
Por eso conviene aclarar que considero imposible entender el momento actual sin atender al menos a tres aspectos. El primero, cómo se ha modificado la estructura social en las últimas décadas. El segundo, cómo ha variado la concepción del mundo de las gentes que conforman nuestra comunidad política. El tercero, cómo se desenvuelve el plano internacional, esto es, las relaciones dentro de la economía mundial. Sostengo que sin estudiar estos tres aspectos de análisis, cualquier intento de interpretar los fenómenos sociales es simplemente construir castillos en el aire.

El análisis de la coyuntura desde la economía política

En primer lugar, las transformaciones del capitalismo en España desde 1978 han sido extraordinarias. El proceso de inserción en la economía mundial, fundamentalmente a través del ingreso en la Unión Europea, ha conllevado un proceso de especialización productiva de nuestra economía así como un acentuado proceso de desindustrialización. Todo ello ha convertido a nuestra economía en dependiente tanto de centros industriales –caso de Alemania- como de la demanda internacional de turismo. La situación de fragilidad de nuestra economía es prácticamente total, con una especialización en sectores de bajo valor añadido y, en consecuencia, con difícil capacidad para elevar los salarios reales de los trabajadores en dichos sectores. En términos de modelo de crecimiento conviene insistir en que la burbuja inmobiliaria y el llamado milagro económico sólo fueron posibles gracias al elevado endeudamiento privado y la financiación por parte del sistema financiero privado internacional (especialmente bancos alemanes y franceses). Ambos fenómenos se retroalimentaban en un juego de relaciones económicas simbióticas consentido y promovido desde la propia Unión Europea.
Esa dinámica económica ha ido modificando claramente la estructura social del país. Al fin y al cabo, España no ha estado ajena a la transformación social ocurrida en todos los países capitalistas de Occidente en los que las formas de organización fordista han ido dando paso a formas posfordistas. Hasta tal punto que podríamos sostener que en nuestro país conviven hoy y al mismo tiempo dos sociedades antagónicas. Una es de carácter fordista, caracterizada por la seguridad laboral, los contratos indefinidos, la garantía de cobro de futuras pensiones y, en esencia, certezas económicas y vitales. La otra sociedad es de carácter posfordista, caracterizada prácticamente por todo lo contrario: los contratos temporales, parciales y de absoluta precariedad, la ausencia de propiedades y la incertidumbre respecto al futuro económico y vital. A ello hay que añadirle el análisis generacional, en tanto que la mayoría de los jóvenes caemos en la sociedad posfordista mientras que nuestros padres viven aún en la sociedad fordista. Estos fenómenos han sido a veces analizados como el fin de la clase media y la existencia de una ruptura generacional. Estoy de acuerdo, con matices, con tales tesis.
En segundo lugar, todos esos fenómenos económicos han modificado la concepción del mundo de las personas. ¿Cómo va a pensar la política y la economía de la misma forma quien cobra dos mil euros, tiene una vivienda en propiedad y veintitantos años cotizados que quien vive a salto de mata y sólo contempla la posibilidad de emigrar para intentar sobrevivir? Ello afecta, en consecuencia, a los relatos políticos, tales como los dominantes desde 1978 y la Cultura de la Transición, y también a los relatos vitales, tales como el famoso vivirás mejor que tus padres. Algo que es por cierto transversal políticamente, dado que afecta a izquierda y derecha de las organizaciones tradicionales. No es de extrañar, entonces, que uno de los motores de cambio sean las personas jóvenes que buscan nuevos relatos políticos así como oportunidades vitales. La creencia en lo tradicional se apaga y emerge la necesidad de la alternativa.
En tercer lugar, el plano internacional y cómo se desenvuelve la economía mundial también importa. Ya no estamos en los años inmediatos que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, y actualmente son muchos las economías nacionales que compiten internacionalmente por un hueco en el mercado. Además, en las últimas décadas el dominio casi absoluto del capital financiero sobre la economía productiva y la política ha convertido a la economía mundial en terreno abonado para las crisis financieras. Las últimas inyecciones billonarias de liquidez al sistema financiero no es sino la enésima prueba de ello. Pero, también, la crisis económica de los países del sur ha sido aprovechada como oportunidad política para un mayor ajuste neoliberal. Un ajuste caracterizado por una nueva vuelta de tuerca consistente en procesos de desregulación, privatización, reformas laborales ampliamente regresivas y reformas de adelgazamiento del Estado en general.
Ello puede entenderse mejor si atendemos al verdadero proceso constituyente que ha dominado toda Europa en las últimas décadas. Un proceso que tiene como objetivo adecuar las instituciones políticas y jurídicas a las necesidades del capitalismo financiarizado y globalizado. Así es como debemos entender el Tratado de Maastricht, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, la fracasada Constitución Europea –recuperada en el Tratado de Lisboa- y el futuro Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos. Pero no sólo. La reforma del artículo 135 de la Constitución Española así como las reformas financieras, laborales, de las instancias del Estado y las administrativas son también parte del mismo proceso constituyente. Todo ello inserto en un escenario donde la economía se ha alzado como reina y ama de la política, dejando así a los gobiernos institucionales como meros apéndices del poder y, en el mejor de los casos, como pequeñas molestias desorganizadas.
Hablamos de un proceso constituyente dirigido por las oligarquías económicas y políticas de la Unión Europea, pero que necesita destituir a su vez el orden social e institucional precedente, es decir, el conocido como Estado Social. Precisamente eso es lo que está en juego en este momento en todo el sur de Europa, también en España. Y es la destrucción de esas conquistas sociales, que es una destrucción progresiva pero aparentemente imparable, la que ha provocado la reacción de la sociedad en diferentes formas. Con formas que ya predijo el propio Karl Polanyi con su tesis del doble movimiento.

El aspecto político del proceso

El hito del 15M fue, a todas luces, la manifestación de la frustración de la gente ante un proceso que aunque era imperceptible para la mayoría sí que provocaba efectos más que evidentes en sus vidas cotidianas. El paro, la precariedad y los desahucios alimentaban la conciencia de las gentes sencillas y corrientes, los de abajo, pero también el hambre, la miseria y la desigualdad amenazaban con convertir el escenario social en un hervidero.
El Fondo Monetario Internacional lo sabía, y por eso en su informe de Agosto de 2013 sobre España alertó sobre el riesgo de estallidos sociales y sobre el riesgo del desplome del bipartidismo. Era el verano en el que las mareas estaban demostrando su fuerza contra las privatizaciones y en defensa de los servicios públicos. También las marchas de la dignidad buscaban encontrar nuevas herramientas de organización al margen -o en el mejor de los casos junto con- los partidos políticos tradicionales y sindicatos. Ante ello, el Gobierno respondió en pocos meses con una Ley Mordaza y con mayor represión.
La irrupción de Podemos en la primavera de 2014 pilló al Régimen y las instituciones internacionales por sorpresa, obligándoles a reaccionar. La Casa Real fue la primera, con un lifting de restauración borbónica. Las grandes empresas y las grandes fortunas buscaron nuevas formas de responder, desde la política, a la canalización de la rabia y frustración que estaba haciendo la izquierda, ahora con porcentajes de estimación de voto que superaban el 25%. Así vino el apoyo empresarial y del Régimen a nuevas fuerzas políticas de restauración. Una restauración política que, en el seno del Estado, supondría la consolidación del neoliberalismo como forma de vida y del proceso constituyente neoliberal como forma institucional.
Este es el punto aproximado en el que nos encontramos en la actualidad. Con fuerzas sociales y políticas de transformación ofreciendo una alternativa al Régimen –en su aspecto más político- y al capital financiero europeo –en su aspecto más económico. Y con una fuerte respuesta de ambos enemigos, que es lo que son, tanto en Grecia como en España.
En esta tesitura sólo hay una oportunidad para la mayoría social: la Unidad Popular. El 24M ha emergido como segundo hito político, tras el 15M, para revelar la potencialidad que tiene la unidad popular como fuerza de desborde de las fuerzas políticas del bipartidismo y del Régimen en general. Sólo en las elecciones municipales, y particularmente en ciudades con presencia de candidaturas de Unidad Popular, ha sido posible romper la espina dorsal del bipartidismo. En los procesos autonómicos ha sido imposible. Conviene, además, saber distinguir entre los partidos del Régimen y el Régimen mismo, que suma a las nunca neutrales instituciones del Estado.
La Unidad Popular no es, por lo tanto, una herramienta para la maximización de actas de diputados. Tampoco es una consigna electoral. Es, por el contrario, el único instrumento posible para la salvación de una sociedad y una comunidad política que se está disputando una forma de vida. No sólo en el Estado español. Se trata de escoger entre la consolidación del neoliberalismo, facilitado por un futuro triunfo del bipartidismo, o entre la constitución de una alternativa económica y social construida desde la ruptura democrática y desde abajo. Desde las entrañas de una sociedad que demanda pan, trabajo, techo y dignidad. Reiteremos nuestro llamamiento a la altura de miras ante un momento político crucial para la historia de los pueblos de Europa.
Fuente: eldiario.es

Entrevista a Alberto Garzón en "La Otra vía" 


Javier Couso: "La masacre de Charlie Hebdo se ha utilizado para impulsar los nuevos registros de pasajeros".


Ángela Vallina (IU) visita Lampedusa con una delegación de eurodiputados de la Izquierda Unitaria Europea.

Ángela Vallina participa desde este jueves y hasta el próximo domingo en la visita de una delegación de eurodiputados del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) a Sicilia y Lampedusa, con el objetivo de estudiar el trabajo que hacen diversas ONG con las personas migrantes y conocer de primera mano su situación, cuando en lo que va de año se calcula que han muerto más de 2000 personas tratando de llegar a las costas italianas cruzando el Mediterráneo.

La diputada de Izquierda Unida y el resto de componentes del equipo de trabajo del GUE se reunirán este mismo jueves en Catania con representantes de varias ONG locales y abogados, que les explicarán las dificultades que encuentran los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo una vez que se les traslada desde Lampedusa al resto de zonas de Italia, así como los impedimentos que ponen las restrictivas leyes del Gobierno italiano.
El viernes se dirigirán a la localidad de Pozzallo, donde visitarán el centro de acogida y primeros auxilios, una instalación clave para la atención de los migrantes en Sicilia y principal punto de interconexión con Lampedusa. Allí se verán con miembros de la ONG Emergency, una de las más activas en el trabajo con migrantes y refugiados en Italia, y de Médicos Sin Fronteras. Por la tarde, los eurodiputados también mantendrán un encuentro con miembros de organizaciones y de la Guardia Costera que organizan las operaciones de rescate en el mar.
Antes de poner rumbo a Lampedusa el sábado por la mañana, la delegación del GUE visitará un centro para menores no acompañados. Una vez en la isla, en torno a las 17.00 horas, habrá una entrevista con la alcaldesa, Giusi Nicolini, y después una cena con las ONG locales. El domingo, para finalizar las jornadas de trabajo, los eurodiputados visitarán el centro de recepción de Lampedusa.

domingo, 21 de junio de 2015

Alberto Garzón. Estrategia política para un nuevo país.


Resumen de las jornadas "Experiencias positivas de igualdad de género entre jóvenes".


José Antonio García Rubio: "Cronificación de la crisis y nueva política".

A partir de los inicios de 2009 el equipo de dirección de IU surgido de la IX Asamblea y encabezado por Cayo Lara fundamentó la política de IU en un análisis inédito de la crisis: definirla como crisis del sistema capitalista y no una mera crisis financiera. Identificamos la disminución de la tasa de ganancia como su causa fundamental y señalamos el fuerte aumento del paro como su consecuencia principal en España (que pasó de ser equivalente a la media de la UE a comienzos del 2008 a ser más del doble a finales de 2014). El origen es un modelo productivo perverso, heredado del franquismo, cuyo bloque dominante no se había modificado significativamente y cuyos cambios principales han sido la privatización de los sectores públicos y la inserción en la economía internacional a través de la UE.

Estos análisis permitieron a Izquierda Unida desarrollar una alternativa económica global y coherente, centrada en la creación de empleo, que se desarrolló en las instituciones y en la movilización.

Nuevos problemas y nueva política

Hablemos con seriedad y rigor. En una organización que se reclama de las concepciones filosóficas del marxismo, y que por sus propios objetivos es radicalmente nueva (en la misma medida que lo es Syriza o el Front de Gauche), el concepto de nueva política sólo se puede definir a partir de alternativas a los nuevos problemas. Así lo hicimos y el electorado lo reconoció: en el Congreso se pasó de 2 diputados a 11 (con nuestros aliados); en las elecciones europeas multiplicamos por 3 los votos y pasamos a 6 diputados (por cierto, avance compatible con los resultados exitosos de Podemos) y la media de las encuestas llega a ser superior al 15% en el verano de 2013 (con algunas concretas cercanas al 17%). Por tanto nueva política y reconocimiento electoral.

Pero hay quien está empeñado en situar una supuesta nueva política más como palanca para la lucha interna que como cuerpo de alternativas para los problemas ciudadanos. 

Los rasgos de la cronificación

Ahora es necesario continuar ese enfoque y el concepto que creo compendia los nuevos problemas es la cronificación de la crisis para los trabajadores y trabajadoras.

En la visión clásica del ciclo económico, la fase de expansión de la economía lleva aparejada crecimiento del PIB, del empleo, de la demanda interna y de los salarios. 

Sin embargo, el neoliberalismo intenta hoy exclusivamente mantener la tasa de ganancia del capital. Por eso quiere transformar la recuperación en una consolidación de su dominio y considera sin inmutarse una tasa de paro superior al 20% hasta más allá del 2020, más de 2,7 millones de parados de larga duración, 1,4 millones desde hace más de tres años, y 2 millones de parados que no reciben ningún tipo de prestación, junto al 51,36% de paro juvenil.

Uno de cada 3 menores de 16 años está bajo el umbral de la pobreza y la población en riesgo de exclusión social rebasa el 29%. Ha crecido la desigualdad de ingresos y han bajado los salarios. La OIT considera que el descenso de los salarios no se ha traducido en una mejora de la competitividad. Las empresas del IBEX han aumentado sus beneficios en 2014 un 38% y un 40% en 2013, con sólo un 1,3% de aumento en la cifra de negocios. En esos años despidieron a más de 200.000 trabajadores.

Esa es la cronificación que está empezando a dibujar una nueva estructura social en el país: una sociedad de tres velocidades entre la población activa con una posición intercambiable entre parados y precarios y sustituible progresivamente para los contratos indefinidos.

Harán falta más de 25 años si no hay un cambio de política para volver a las tasas de paro de antes de la crisis. Programa y proyecto político del neoliberalismo.

La nueva fase

Esta cronificación de la crisis exige nuevas alternativas que IU debe seguir protagonizando.

La gran cuestión es que el centro de la alternativa está, como siempre, en la esfera de la producción y no en la de distribución del excedente. Es decir en la contradicción capital-trabajo y con ella en el empleo y el salario (es decir en la plusvalía y la explotación).

Por tanto, las alternativas por el empleo digno y estable pasan a ser la madre de todas las alternativas y el eje articulador de todas las propuestas (sin negar la importancia de otros campos).

En segundo lugar, las políticas llamadas de rescate social (rentas y recursos mínimos garantizados) deben entenderse como políticas con prioridad en el tiempo, pero transitorias. Nosotros no podemos contribuir a la cronificación de la crisis mediante propuestas que consoliden en el tiempo la fragmentación y la desigualdad social.

La tercera cuestión es que la salida de la crisis no será resultado de medidas económicas sino políticas. En consecuencia, el papel de los sindicatos y la negociación colectiva, la participación de los trabajadores en la dirección de la economía, en las grandes empresas privadas y en el sector público serán alternativas básicas.

Tres grandes cuestiones

Habrá que superar nuestro síndrome europeo. No podemos reducir la política de la UE a la contradicción entre los países centrales y los periféricos o, dicho de otra forma, entre Alemania y el Sur. La oligarquía española es tan responsable como la de Alemania, Francia o Italia, y las burguesías nacionales y otros sectores, cómplices. No es posible ocultar esa responsabilidad. Además, en Alemania hay 7,5 millones de “minijobs”. La construcción de otra Europa es tarea de los trabajadores, también de los del Norte. 

La Constitución de 1978 ha sido incumplida en sus aspectos más democráticos y transformadores, y muy especialmente en los derechos económicos y sociales. Pero no podemos hacer esa denuncia, pidiendo que se cumplan los derechos constitucionales, y al mismo tiempo decir que el régimen del 78 ha sido básicamente perverso. No se puede soplar y sorber al mismo tiempo y, mientras tanto, asistir sin propuestas al retroceso de los derechos constitucionales y a la reorganización del modelo territorial del Estado.

Por tanto, la reivindicación justa de un proceso constituyente es inseparable de un proyecto constituyente que está por elaborar en lo fundamental. Quedarnos sólo en el movimiento -el proceso- es algo superado en la polémica con el reformismo de hace más de un siglo y conduce a la marginación política.

En ese debate ha aparecido recientemente la idea de la necesidad de una nueva fuerza política híbrida cuyo objetivo sería la revolución democrática. Esto representa retrotraer a los trabajadores a un objetivo político que no quiso cumplir la burguesía. Hoy España no es muy diferente de otros países de democracia representativa. Si estuviésemos en el Reino Unido o Francia, por poner algún ejemplo, la representación institucional de IU sería casi nula. Por otro lado, una mera revolución democrática que no resolviera problemas de control del poder económico sobre los medios de comunicación, por ejemplo, sin cuya solución la democracia real es bastante aparente. Pero eso no es una revolución democrática (al menos, como se ha entendido hasta ahora) el objetivo sino la superación del capitalismo que es lo que defienden PCE e IU. Nueva política no es sustituir a la burguesía en su fracaso político ni hacer retroceder nuestros objetivos en el tiempo histórico.

El instrumento

Creo que nuestro análisis del papel jugado por los medios de comunicación en el surgimiento de las nuevas fuerzas políticas ha sido insuficiente. Realmente no han promocionado organizaciones nuevas pero sí formas diferentes de hacer política (muchas de ellas muy viejas), formas líquidas. No hay compromiso militante, no se cotiza, el liderazgo se sitúa por encima de la organización, y en el proceso de construcción de la propuesta se sustituye la opinión (fundamentada en la experiencia y/o la información, como recoge la teoría materialista del conocimiento) por la ocurrencia. Se centra la democracia más en la opinión que en la práctica política, es decir que en la acción. Poner candidatos por encima de las nubes y la financiación mediante suscripción de la campaña son rasgos bien conocidos del sistema presidencialista estadounidense, véase la serie House of Cards.

Nueva política sin contenidos reales es sólo postureo. Izquierda Unida con Cayo Lara ha sabido dar a su política un elevado contenido de clase frente a la crisis. Se ha sabido ver que la crisis es del sistema capitalista, que su núcleo está en la explotación, por tanto en la plusvalía, que el salario no es una compensación sino el precio de la venta de la fuerza de trabajo, que el empleo es el articulador de todas las reivindicaciones, que las pensiones son salario, que la negociación colectiva y el papel de los sindicatos es fundamental y que la participación de la ciudadanía ha de ser real, basada en la acción y no sólo en la opinión. Y que el retroceso para los trabajadores y trabajadoras se quiere que sea crónico.

Esa ha sido y es la nueva política.

Fuente: mundoobrero.es

Javier Couso desmonta el doble rasero con el que la UE trata a Venezuela.


Maite Mola felicitó el trabajo de la Comisión de la Verdad que investiga la deuda griega porque ha abierto un camino en Europa.

“Necesitamos saber la verdad de lo que el neoliberalismo, y su brazo armado la Troika, han hecho para destruir nuestros países y hundirnos en esta terrible crisis humanitaria".

En Grecia hay muchos días “D” y ayer, jueves 18 de junio, fue uno de ellos. La Comisión de la Verdad sobre la deuda griega presentó sus primeras conclusiones. Lo hizo en una sala de sesiones del Parlamento heleno y fue su presidenta, Zoe Konstantopoulou, quien clausuró la sesión declarando que la deuda con la que “se subyuga al pueblo griego”  es “ilegal, ilegítima, odiosa e insostenible”. 

Lo importante, según la presidenta del Parlamento, y también de esta Comisión de la Verdad, es que “ahora tenemos unos argumentos para demostrar que esta deuda es ilegal y que justifican que no se pague”. 

La vicepresidenta de Partido de la Izquierda Europea, Maite Mola, invitada por Konstantopoulou, tomó la palabra para felicitar el trabajo realizado “porque esta Comisión nos ha abierto el camino. En Portugal, España, Italia… también esperamos el resultado porque nos sentimos reflejados en él”. Recordó que hasta ahora se habían realizado auditorías de la deuda en América Latina y también en Islandia, pero eran casos diferentes. Esta es la primera auditoría que se hace en Europa. 

“Necesitamos saber la verdad de lo que el neoliberalismo, y su brazo armado la Troika, han hecho para destruir nuestros países y hundirnos en esta terrible crisis humanitaria. Ahora, gracias al gobierno griego y a esta Comisión de la Verdad, tenemos la oportunidad de saber qué es lo que pasa en otros países como España. Y no habrá sorpresas. Será lo mismo porque la Troika hace lo mismo en todas partes”, concluyó Maite Mola. 

Marisa Matías, también vicepresidenta del PIE y eurodiputada portuguesa, intervino en video comprometiéndose a difundir la iniciativa y pidiendo a las instituciones a que vean los resultados y busquen soluciones sin cargar el peso sobre el pueblo griego. “Por lo menos, ya hay un país donde las cuentas serán transparentes y serán un ejemplo para otros”.  Matias, igual que lo hizo Renato Souro, economista del Bloco Esquerda y miembro de la ejecutiva del PIE, denunció que se utilice la deuda como excusa para aplicar políticas de austeridad”. Souro, insistió, en su intervención como invitado, en que el problema de las negociaciones es político y no económico y que tratan de asfixiar a Grecia.

Konstantopoulou denunció que Grecia ha sido víctima de un ataque planificado por el FIM, el Banco Central y la Comisión Europea con el fin de convertir la deuda privada en deuda pública. Explicó que han violado los Derechos Humanos y el Derecho Internacional, además de los principios fundacionales de la Unión Europea, basados en la prosperidad de los pueblos.

Añadió que la democracia no es cuestión de unos poco sino de todos. “La democracia está por encima de todo, y tiene que estar en manos de los pueblos y de los gobiernos y no de los centros financieros”. 

Este ha sido el resultado de los primeros meses de trabajo, en busca de la verdad, investigando y haciendo la contabilidad de cómo se generó esta duda, cómo fue inflada y a quién ha beneficiado. Aunque el trabajo de investigación continuará durante los próximos meses y el gobierno ya dispone de argumentos sólidos y contundentes para poder declarar la invalidez de los acuerdos, y suspender el pago de la deuda, esa es una decisión que le corresponde al gobierno, como aclaró el director de la Comisión Eric Toussaint.

Todos los participantes insistieron en que ayer fue un día histórico en Grecia, y también en Europa. Un gobierno, el de Syriza, dice hoy en el Parlamento lo que la gente pedía hasta hace poco en la plaza de Syntagma. La voz y las reivindicaciones del pueblo griego las representa hoy el gobierno. 

El día antes de la reunión del Eurogrupo y de la presentación de estas conclusiones preliminares sobre la deuda, los griegos volvieron a congregarse frente al Parlamento para apoyar a su gobierno frente a las instituciones europeas. Pedían el fin de la austeridad, con pancartas en griego, en inglés y en español que decían, Chance Europe, No pasarán y Venceremos.


Fuente: mundoobrero.es

Javier Couso en el Acto sobre como afecta el TTIP en los Derechos Laborales.